- El 12,2% de los usuarios españoles pagó por noticias digitales en 2019. Es la cifra más alta desde 2014.
- Por primera vez en seis años, se reduce el porcentaje de internautas que no paga nunca -ni por diarios impresos, ni digitales- por informarse.
- La modalidad de pago favorita es la suscripción: el 74% de los que pagaron por noticias eligió esta fórmula.
- Pobreza mediática: el 33% de los usuarios cree que los modelos de pago pueden impedir a otros o a sí mismos el acceso a información de calidad.
Algo se mueve en el pago por noticias en España y no todo son malas noticias para el sector. El porcentaje de usuarios españoles que pagó a lo largo de 2019 por noticias digitales ha aumentado hasta el 12,2%, dos puntos porcentuales más que el año anterior y la cifra más elevada desde 2014. Es el único dato esperanzador frente a la continua caída en la compra de diarios impresos (sólo un 37% de los usuarios pagó por uno la semana previa a la realización de la encuesta) y la tradicional resistencia al pago por noticias digitales (el 84% de los internautas no pagó nunca).
Esta buena noticia para los editores no es exclusiva de nuestro mercado, sino que se dio en la mayoría de los 40 países analizados este año en nuestro estudio. El 16% de los más de 80.000 encuestados manifestó haber pagado por información digital, dos puntos porcentuales más que el año pasado. A la cabeza de esta tendencia se encuentran los países nórdicos –Noruega (42%), Suecia (27%), Finlandia (19%) y Dinamarca (17%)–, pero también otras áreas de latitudes más alejadas como Hong Kong (29%), Brasil (27%) o EE. UU. (20%).
Volviendo al caso español, tal y como refleja la siguiente gráfica, la mayoría de los internautas españoles no pagó nada por estar informado, ni en formato impreso ni en digital (56,5%). Es una cifra alta pero ligeramente inferior a la del año pasado y, lo que es más relevante, frena por primera vez la tendencia al alza de los últimos seis años. Aún es pronto para concluir si este cambio es ocasional o el inicio de una nueva cultura por el pago por noticias entre los usuarios españoles. Lo que es innegable es que frente al continuo declive del pago por diarios impresos (26,5%), aumenta el porcentaje de lectores que han pagado bien por noticias impresas y digitales (9,6%), bien exclusivamente digitales (2,6%).

Hace seis años, en 2014, la situación era muy diferente: el 41,6% confesaba que nunca había pagado por estar informado frente al 48,3% de los que sí compraron diarios impresos; el 7,8% que pagó por noticias impresas y digitales; y el 0,8% que pagó por noticias exclusivamente digitales.
Nueva oferta de pago, ¿nueva demanda?
Con estas cifras es difícil asegurar que nos encontremos ante el fin de la barra libre por noticias digitales. El tiempo demostrará si la audiencia responde a los últimos movimientos de los principales grupos editoriales de España, más decididos a establecer modos de suscripción por su información más valiosa. Antes de la realización de la encuesta (enero-febrero de 2020), el grupo Vocento y Prensa Ibérica ya ofrecían un modelo de suscripción o paywall en sus cabeceras regionales. Otras cabeceras autonómicas como el Faro de Vigo, La Voz de Galicia, Diario de Navarra o Diario de Noticias (entre otros) también habían implementado este modelo de pago parcial. Entre los nativos digitales, El Español y El Independiente también ofrecían parte de la información bajo pago. Pero fue en octubre de 2019 cuando una de las dos principales cabeceras nacionales del país, El Mundo, anunciaría el lanzamiento de su sistema de pago. A lo largo de 2020 otras grandes marcas como El País o El Confidencial han comenzado a limitar el acceso a sus mejores contenidos, si bien sus estrategias de lanzamiento se vieron alteradas por la pandemia del coronavirus.
El perfil de comprador de información digital
Este tipo de estrategias pretenden convencer a aquellos usuarios de información más proclives a pagar. Los datos muestran que el perfil de comprador de noticias digitales es un hombre joven (véase la siguiente gráfica), menor de 35 años (19% pagó por noticias digitales), con un alto nivel de estudios (16%) e ingresos económicos (16%), que manifiesta mucho interés en la información (21%) y en los asuntos políticos (27%), que satisface mediante la consulta muy frecuente de numerosos medios, entre los que destacan las marcas tradicionales impresas (22%) pero también los diarios nativos digitales (17%).

Es un lector que mayoritariamente se fía de las noticias, tanto de las que se publican en general (24%) como las que él consulta en particular (20%) o las que se publican en redes sociales (17%). No le preocupa demasiado la desinformación ni las noticias falsas (22%) y muestra cierta aversión a cualquier forma de censura, tanto por parte de los medios informativos (15%) como de los medios sociales (23%). Finalmente, no extraña que aquellos más interesados en contenidos especializados, bien de tipo deportivo o financiero, muestran una mayor tendencia al pago por noticias digitales (más del 25% pagó en 2019). En el otro extremo, no sorprende que apenas un 7% de los que se informan principalmente a través de redes sociales haya pagado por obtener información online.
La suscripción, la reina del pago
La mayoría de los que pagan por noticias digitales en España suele hacerlo a través de la modalidad de la suscripción o pago recurrente, consolidando la tendencia de años anteriores. En total, el 74% de los internautas que pagó por información digital está abonado a alguna modalidad de suscripción (individual o combinada), cifra que aumenta al 82% si se incluyen las suscripciones pagadas por terceros. Le sigue la modalidad del pago por unidad (18%) y las donaciones (16%) o pagos a empresas informativas con las que el donante se siente especialmente comprometido.

La amenaza de la pobreza mediática: al que tiene, se le dará…
El auge de los sistemas de pago por información ha provocado algunos dilemas sobre si podría generar algún tipo de pobreza mediática, de tal forma que las personas con menores ingresos no tendrían a su alcance información de calidad. Este hecho, conocido como efecto Mateo por la referencia evangélica, provoca que al ciudadano que tiene (recursos), se le dará más información de calidad, y al que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará, cercenándole de alguna forma la posibilidad de acceder a información de calidad.
No parece que esa sea la situación del mercado en España, caracterizado por una enorme oferta de información gratuita. Sólo un tercio de los internautas españoles cree que el pago por noticias pueda impedir a otros el acceso a las noticias (33%) o a sí mismos (35%). Curiosamente, los datos de la encuesta indican que esta cuestión no preocupa especialmente a aquellos que disponen de menores recursos: el 30% de los que declaran tener rentas bajas afirma estar preocupado porque alguien no pueda acceder a algún contenido, una cifra inferior al 35% de las rentas medias o al 34% de las rentas altas. Y la tendencia es similar cuando se les pregunta por si el pago por información podría impedirles personalmente acceder a determinadas fuentes informativas (32%, 38% y 36%, respectivamente).


La preocupación por la pobreza mediática se da especialmente en las personas que tienen un consumo de medios más diverso e intenso, les preocupa la independencia del periodismo en cualquier sistema democrático y están dispuestos a pagar por acceder a la información. Así, el 45% de los que tienen interés en la actualidad o en la política está preocupado por este tipo de pobreza, frente al 19% de los desinteresados. También el 45% de los que creen que el periodismo ha de ser independiente para proteger la democracia se preocupa por las restricciones a la información por motivos económicos, frente al 23% de los que creen que el periodismo sea tan relevante. Por último, a aquellos que ya pagan por información, tanto impresa (40%) como digital (42%), les preocupa más este tipo de pobreza que a aquellos que no pagan por ningún tipo de información (29% y 32%, respectivamente). Desde el punto de vista ideológico, los internautas más próximos a posiciones de izquierda manifiestan más preocupación (38%) que los de derechas (30%).
A falta de un estudio en mayor profundidad, todo hace pensar que a aquellos internautas españoles caracterizados por un consumo de medios menos intenso apenas les preocupa este problema porque, independientemente de la evolución de los sistemas de pago por información digital, posiblemente nunca pagarán y se conformarán con la oferta informativa gratuita existente, a la que consideran suficiente para satisfacer su escaso interés por la actualidad o la política. Por el contrario, aquellos más interesados y acostumbrados a consultar un elevado número de fuentes informativas, ven en el pago por contenidos una amenaza para preservar su actual nivel de consulta de información, más variado y exigente.